De nada sirvió que sus padres intentaron protegerla y prohibieran el himno y el cáñamo en su reino al cumplir los quince años Thalía Se pinchó en un dedo se clavó una astilla y cayó en un sueño tan profundo que sus padres la dieron por muerta.
Abrumados por la pena abandonaron el castillo y la dejaron ahí dormida sobre un lecho de piedra.
Las enormes alas se llenaron de musgo y La Zarza se empezaron a rodear los modos de la edificación el silencio Se cernió sobre el reino abandonado hasta que un rey Solitario en día de casa llegó a sus fronteras y descubrió una hermosa muchacha dormida.
Y hasta aquí el cuento que todos conocemos
Pasado este punto las cosas se complican
La versión más antigua de lo que hoy llamamos La bella durmiente se llamaba talía Sol y Luna se publicó el napolitano en 1635 dentro de una colección de cuentos titulada pentamerone escrita por Giambattista basile.
En ella no hay príncipe azul sino un reí bastante perverso que cuando se encontró aquella hermosa doncella quinceañera de piel pálida en su alcoba aprovechó que estaba indefensa quizás muerta para violarla cuando se desahogó se volvió a su Castillo con su mujer.
Thalía tuvo la mala suerte de quedar embarazada y 9 meses después mientras la hierba salvaje seguía creciendo en los fosos parió a sus hijos Sol y Luna no queda muy claro quién les puso ese nombre.
Los niños querían amar y como no podían alcanzar los pechos bajo el corpiño mordieron el dedo en el que se alojaba la estella maldita y la sacaron así Thalía despertó.
Entonces la mujer del Rey pedófilo en vez de repudiar a su marido mandó a raptar a los niños para cocinarlos suerte que tenía un cocinero piadoso que puso unos pechos en su lugar y así salvo a los pequeños.
No contenta con comerse a unos bebés la reina mandó a quemar viva a Thalía su marido que debía de haberse dado cuenta de las barbaridades que estaba haciendo dijo que si había que echar a alguien en la hoguera mejor que fuera a la despiadada reina.
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